El Correo: 80 años que han dado para hacer realidad ‘Otra madera de vivir’

La historia de la empresa familiar Maderas Susaeta se recoge en el libro ‘capricho’ de la tercera generación

El Correo: MARÍA ÁNGELES CRESPO. Jueves, 27 enero 2022

Atendiendo al título de la publicación ‘Otra madera de vivir’ 1941-2021, no es difícil adivinar que su contenido hará referencia a una empresa maderera; en este caso en sus sesenta y tres páginas impresas en papel reciclado se explica de modo pormenorizado la historia de Maderas Susaeta.

El libro «muy fácil de leer, muy gráfico y visual» ha sido, por así decirlo, un capricho de quien hoy es la tercera generación, Arturo Susaeta que se ha apoyado en Raúl Canales para la redacción y en Salvador Benito, de la agencia Pies Negros para el grafismo.

Orgulloso de que la empresa «familiar, como bien se sabe» haya cumplido 80 años, con toda la documentación «guardada con mimo por mi padre», y una buena cantidad de fotografías pensó en hacer un libro para que «todo el mundo pueda disfrutar de lo que ha sido la historia de la empresa. A mí me hacía mucha ilusión poder hacer algo para homenajear a mi familia». Una vez visto el resultado no puede menos que decir Arturo Susaeta que se siente «orgulloso de haber tenido esta idea y de haberla plasmado en este libro que esta gustando mucho».

Han sido muchas las horas empleadas para conseguir que esta publicación viera la luz y apunta su promotor que aunque él conocía muchas cosas de la empresa –no en vano lleva cuarenta años en ella–, el adentrarse en el trabajo de investigación le ha servido «más que para sorprenderme por lo que hemos llegado a conseguir, hacerlo por cómo se hacían las cosas hace ochenta años. He comprendido de verdad el esfuerzo que hubo que hacer para levantar esta empresa que espero siga creciendo y participando del desarrollo de la ciudad».

La serrería, la única que queda en Miranda donde «había otras siete cuando la inauguró mi abuelo», ha tenido una historia paralela a la historia de la propia ciudad. Su primera ubicación fue en la calle Colón. Estaba cerca de la estación de ferrocarril y en ella se apoyaba para su desarrollo.

Después la ciudad contó con la carretera nacional y «ya con camiones y otras formas de transporte», Maderas Susaeta se instaló próxima a la N-I. Allí es donde sigue y donde Arturo Susaeta espera que «los mirandeses nos visiten. Nosotros estaremos encantados de enseñar nuestras instalaciones a quien quiera verlas».

Hasta ahora han sido ocho las décadas en las que Maderas Susaeta ha tenido presencia en la ciudad. La serrería se ha ido adaptando a los tiempos y confía quien ahora lleva las riendas en celebrar futuros aniversarios. «Ahora ya pensamos en los cien». Una cifra que en el acto de presentación del libro resonó cuando Arturo Susaeta recordó que «ahora contamos con siete trabajadores, la cifra más baja porque la media ha sido de entre doce y catorce, y han pasado por la serrería en estos años alrededor de cien trabajadores».

Mucho material

De ellos habló con cariño y lamentó no haber podido incluir en la publicación una relación con los nombres de todos ellos, «que son parte de la historia de la empresa».

De lo que sí dispone es de cantidades ingentes de material que podían dar para «hacer otro libro, no cabe duda». Ahora mismo no se ha planteado la continuidad, pero quien sabe si cuando empiece a vislumbrarse el centenario se conocerán más anécdotas protagonizadas por la familia Susaeta.

El libro no va a ponerse a la venta. Con su edición ha querido este integrante de la tercera generación de madereros homenajear a los suyos y los ejemplares «los regalaré a mis clientes y a quienes se acerquen por nuestras instalaciones».

En el acto de presentación de esta publicación, que servirá para que muchos puedan añorar cómo se hacían las cosas hace ochenta años, lo que se percibía era el sentimiento de orgullo que embargaba a Arturo Susaeta. «He invertido tiempo y dinero, sí, pero la verdad es que estoy muy contento con el resultado. Confío en que le guste a la gente. Somos parte de Miranda, de su historia, y eso es para estar orgulloso».