El 19 de marzo es un día lleno de cariño y significado para todos nosotros en Maderas Susaeta, así como para cada carpintero o carpintera que dedica su vida a este noble trabajo. Celebramos el Día de San José, patrón de los carpinteros y carpinteras, recordando a aquel que, según las historias bíblicas, trabajó con devoción y amor en la carpintería, dejando un legado de dedicación y maestría.
Este día resuena con un eco especial en nuestros corazones, ya que aprovechamos la oportunidad para honrar a nuestros queridos fundadores y representantes de la primera y segunda generación de carpinteros en nuestra familia. En la foto están tres generaciones que han dedicado sus vidas a este oficio con amor y esmero: mi abuelo Crescencio, el alma que inició Maderas Susaeta; mi padre Antonio, quien lamentablemente nos dejó el año pasado, pero cuyo espíritu sigue vivo en cada pieza que creamos; y yo, Arturo, quien con orgullo y dedicación continúo este valioso legado junto al equipo de Maderas Susaeta.
Es un privilegio poder perpetuar este oficio con la misma pasión y entrega que nos inculcaron, manteniendo la tradición y excelencia en cada proyecto que emprendemos. En Maderas Susaeta, nos esforzamos por ofrecer productos de calidad insuperable y un servicio lleno de calidez, siempre pensando en las necesidades y sueños de nuestros clientes de Miranda de Ebro, entorno y más allá.
En este Día del Padre y del carpintero o carpintera queremos extender un cálido agradecimiento a todos los carpinteros y carpinteras que embellecen el mundo con su trabajo y dedicación. Vuestro trabajo crea espacios que no solo son funcionales, sino que también reflejan belleza y naturaleza.
¡Feliz Día del Padre y del Carpintero o Carpintera! Agradecemos profundamente a todos aquellos que confían en Maderas Susaeta para sus proyectos, y nos comprometemos a seguir ofreciendo lo mejor en nombre de mi abuelo Crescencio, mi padre Antonio, y ahora bajo mi guía en esta tercera generación.
Con todo nuestro cariño os recordamos que existe otra madera de vivir.
