La Feria del Ángel: la Tradición que intenta Renacer en Miranda de Ebro

En Miranda de Ebro, una tradición que se remonta a la concesión real de Alfonso XI en 1332, vuelve a cobrar vida en las calles y plazas de nuestro entrañable casco histórico. La Feria del Ángel, una celebración que marcó eras de prosperidad y encuentro, busca hoy, con renovados esfuerzos, recuperar el brillo de su época dorada. Este 1 de marzo de 2025, las campas del Casco Viejo y sus alrededores, nuevamente se llenaron de vida, espectáculo y la promesa de un renacer cultural y económico para nuestra ciudad.
Vuelven los equinos a la feria
La reincorporación de los equinos, con más de medio centenar presentes, ha inyectado una cierta vitalidad imprescindible a la feria. Zaonera y sus acompañantes no solo han vuelto a traer la belleza equina a nuestras tierras, sino que también han sido centro de bonitos espectáculos ecuestres, aplaudidos y celebrados por los mirandeses y foráneos que acudieron al encuentro. La asignatura pendiente son los ganaderos, ya que la feria de Miranda enfrenta nostalgia y declive. Aunque históricamente fue la parte más importante, ahora tiene poco movimiento y los ganaderos asisten por tradición, enfrentándose, además, a trabas burocráticas. Menos mal que este año han contado con un punto de desinfección portátil que ha facilitado la logística y han agradecido los feriantes, esperando que sea otro factor que pueda revitalizar el evento.
Orígenes de la Feria del Ángel
Se celebra el 1 de marzo y en la actualidad contempla una Feria de Ganado en el recinto ferial del Casco Histórico y un mercadillo a lo largo de la calle Eras de San Juan. La Feria de Marzo, originalmente conocida como Feria de Cuaresma y en la actualidad como Feria del Ángel, fue concedida por el rey Alfonso XI el 2 de abril de 1332. Este privilegio se enmarca dentro de un fenómeno más amplio de proliferación de ferias mantenida durante la primera mitad del siglo XIV.
Los motivos para otorgar este privilegio fueron, por una parte, la necesidad de evitar la emigración de la población mirandesa para mantener un núcleo importante en un lugar tan estratégico y, por otra, la de facilitar las transacciones comerciales.
La Feria se celebra desde sus orígenes en las Eras de San Juan:
“… et doles et otorgoles la dicha fferia, et mando que la ayan desde el primero domingo de cuaresma ffasta ocho dias commo dicho es en cada anno daqui adelante, et que aya et ffagan esta dicha fferia en la villa en los prados de las eras de Sant Iohan…”
Una Ventana al Pasado: El Legado de la Feria del Ángel
Gracias a la Asociación del Renacimiento Histórico de Miranda de Ebro, miramos atrás no solo para recordar, sino para inspirarnos. La historia de nuestra feria, jalonada de encuentros, comercios y vida social, nos recuerda la importancia de este encuentro anual. Las imágenes del pasado nos invitan a todos, mirandeses y visitantes, a contribuir en la reconstrucción de este mosaico cultural, enviando nuestras memorias y fotografías, creando un puente entre generaciones.
Si tienes fotos antiguas de la feria del Ángel o del Casco histórico de Miranda contacta con: https://www.renacimientocentrohistoricomiranda.com/
Maderas Susaeta: Un Capítulo en la Historia de la Feria
Nuestro vínculo con la Feria del Ángel es tan antiguo como los orígenes de Maderas Susaeta. En nuestros comienzos, parte de nuestro terreno se transformaba en refugio para el ganado destinado al comercio ferroviario, jugando un papel crucial en la logística de aquellos días de bullicio y tradición. Nuestra integración en esta celebración no es solo un recuerdo del pasado, sino un reflejo de nuestro compromiso continuo con la comunidad de Miranda de Ebro y sus tradiciones.
Extracto del libro: Otra madera de vivir 1947-2021 referido a la feria del Ángel
La primera sede de Maderas Susaeta fue una lonja de alquiler en la calle Colón y por entonces en la Feria del Ángel, parte del terreno del aserradero se usaba para guardar ganado por estar al lado de la estación de ferrocarril. La cercanía de las primeras instalaciones al lado de la estación de ferrocarril, permitió a la familia Susaeta alquilar parcelas a los tratantes de ganado que acudían a la feria, ya que debían esperar varios días para poder transportar por tren todas las reses.
El declive del sector ganadero ha restado esplendor a una Feria del Ángel que durante siglos fue referente nacional. Desde que el rey Alfonso XI concedió ese privilegio a la ciudad en época medieval para fijar población en un lugar tan estratégico, el casco viejo se convertía cada 1 de marzo en una caldera repleta de ganado y gente de variopinta procedencia. La llegada del ferrocarril avivó una cita que vivió sus mejores épocas en la primera mitad del siglo XX.
En los colegios los niños contaban con una semana de fiesta y apenas se podía caminar por la calle. La compraventa de cabezas de ganado eran la actividad principal, pero había negocio para todos, porque para muchas personas esos días eran la única oportunidad de ir a la ciudad y aprovechaban para hacer las compras. Los tratos se cerraban en muchos casos en La Vasca, alrededor de la mesa o agolpados en las escaleras esperando que se desocupara una. Las casas de comida estaban tan desbordadas que algunos vecinos ofrecían menús en sus propias viviendas. También conseguir cuadra era misión imposible. Los establos se dejaban pagados de un año a otro y hasta se alquilaban portales para guardar las cabezas de ganado. La demanda era tan alta, que pueblos como Cuzcurrita o Sajazarra tenían que alojar parte de la caravana.
La proximidad de las primeras instalaciones de Madera Susaeta con la estación de tren otorgaba una gran oportunidad de sacar un dinero extra. La serrería se alquilaba en la feria a quienes negociaban para poder subir su ganado a un tren, operación que, en función del poder adquisitivo del duelo, podía demorarse unos días ya que el que más ofrecía en el momento, a pie de andén, era el que tenía preferencia para cargar los caballos.
El Futuro de la Feria del Ángel
Hoy, con los ojos puestos en el futuro, pero sin olvidar las raíces que nos definen, Maderas Susaeta y la ciudad de Miranda de Ebro invitan a todos a ser parte de este renacer. La Feria del Ángel es más que una fecha en el calendario; es un llamado a la unidad, el reconocimiento de nuestro patrimonio y una oportunidad para mirar hacia adelante con la misma determinación y esperanza de nuestros antepasados.
Nos enorgullece ser partícipes de estas nuevas iniciativas que buscan recuperar nuestras tradiciones, y extendemos nuestra mano a cada mirandés, visitante y colaborador, para juntos, impulsar la feria hacia nuevos horizontes más prometedores.